Una sugerencia que recibimos algunas veces de parte de nuestros amigos organizadores de eventos es el “mejorar” el material de los boletos, y ofrecer un boleto duro, que “se vea más bonito”. Boletópolis nunca va a ofrecer este tipo de boletos y creemos que si sabes nuestras razones, tú tampoco querrás ofrecerlos.
Un boleto duro tiene una huella de carbono enormemente mayor a los boletos de Boletópolis.
Desde la entrega y/o envío de boletos físicos hasta el uso de aparatos específicos para impresión de boletos, la cantidad de papel utilizado, así como la necesidad de imprimir todos y cada uno de los boletos de un evento generan una contaminación enorme. Un boleto duro de nuestra competencia gasta hasta 6 veces más papel que un boleto de Boletópolis impreso con una impresora térmica, e infinitas veces más papel que un boleto que un cliente lleva en su smartphone.
El 35 por ciento de todos los árboles talados del mundo se utilizan para hacer papel. Eso es una cantidad de 2.47 millones de árboles por día. Considerando que necesitamos a los árboles para poder respirar, y que un boleto electrónico no utiliza papel, la decisión correcta es obvia.
El mundo está evolucionando, y el uso de papel está disminuyendo.
La gente ya no envía cartas escritas, los contratos ya no necesariamente se tienen que firmar en papel y las bibliotecas están desapareciendo; es tiempo de que nosotros en la industria del entretenimiento continuemos el impulso.
Nuestros costos son los más bajos del mercado, y necesitamos ser totalmente virtuales para que eso sea posible.
Boletópolis es una gran empresa, pero no es una empresa grande. Nuestro esquema de negocio es viable económicamente sólamente porque nuestra plataforma está basada totalmente en Internet y no necesita ningún equipo especial para ser utilizada. Podemos ofrecer al comprador de boleto las comisiones más atractivas del mercado, así como el uso de la plataforma de manera totalmente gratuita a los organizadores de eventos, además de un soporte al cliente excepcional gracias a que organizadores de eventos como tú se permiten darle la oportunidad a algo nuevo y no convencional.
No hay que hacer romántico a algo que no lo es.
No pensemos en un boleto como algo romántico y que vale la pena guardar, hagamos románticos los recuerdos que ese boleto permite tener, las enseñanzas que están al otro lado del boleto, pero no al boleto en sí. Lo que vale la pena de un evento son los recuerdos que perdurarán en el tiempo, no un pedazo de papel.
Nos encantaría asignarle valor emocional a nuestro producto, pero siempre hemos creído que apelar a las emociones en vez de tener una propuesta sólida y conveniente es el truco más bajo de la mercadotecnia, y debe de evitarse lo más que se pueda.
Nosotros como compañía de boletaje nos comprometemos a ofrecerte a ti y a tus clientes la herramienta gratuita más útil y robusta para el manejo de la asistencia de tu evento, pero la magia y el romanticismo siempre se los dejaremos a nuestros organizadores de eventos.